lunes, 27 de noviembre de 2006

La educación como derecho

Según los últimos informes de UNICEF los niños pobres e indigentes en nuestro país alcanza al 70% de la población infantil.Cabe mencionar que la gran mayoría de estos niños además, probablemente no hayan atravesado nunca por la experiencia de ver a sus padres, ni quizás a sus abuelos,levantarse para ir a trabajar, cumplir una rutina diaria, respetar horarios y muchos otros hábitos que van organizando, aún psiquicamente a los sujetos.Tambien para los adultos el trabajo opera como organizador de la vida cotidiana, por lo tanto, estas familias a las que les ha tocado vivir esta etapa tan desestructurante de nuestro país,deben ser sostenidas para que puedan, a su vez, sostener la escolarización de sus hijos.
Por otra parte es necesario tener en cuenta que este alto porcentaje de niños que se encuentran en estas condiciones, deben ser socializados antes que escolarizados, por lo cual se les deberán brindar en primer lugar condiciones especiales de escolarización que le permitan de a poco incorporarse a las pautas de sociabilidad que la escuela requiere, ya que de lo contrario serán rápidamente expulsados por el sistema,y no se estaría cumpliendo con el postulado de la igualdad de oportunidades, que no significa "lo mismo para todos" sino a cada uno lo que necesita para seguir avanzando, en este caso,deberían diseñarse lo que se llaman adaptaciones de acceso al curriculum (es decir a la escolarización) especialmente para aquellos que teniendo edad para iniciar la escolaridad obligatoria no han pasado por el Jardín de Infantes ( o nivel inicial).
En cuanto a las familias, a quienes será necesario asistir para que, como dije antes puedan sostener la escolarización de sus niños, se podría pensar(más allá de que lo urgente es que tengan trabajo) en un subsidio vinculado al presentismo y para facilitar el traslado a la escuela, que también suele ser una dificultad, implementar el transporte escolar a cargo de los municipios,como existe en muchos países, que, con personal especializado (por ejemplo, asistentes sociales) recojan diariamente a los niños de sus casas y los regresen al finalizar la jornada escolar, que obviamente, para estos casos, más que para ninguno, debería ser de jornada completa.
Creo que si no se brinda una especial atención a estos sectores no podremos avanzar como sociedad.
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